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atomización en frío

 

 

La atomización en frío es un proceso de pulverización donde un líquido se convierte en una fina neblina mediante su paso a través de una boquilla. A diferencia de la atomización térmica, en este proceso no se aplica calor, lo que permite la preservación de ingredientes activos sensibles al calor y la creación de partículas con características específicas.

Ventajas

  • Preservación de Ingredientes Activos: Al evitar el uso de calor, este proceso es ideal para materiales sensibles que podrían descomponerse o perder eficacia a altas temperaturas.
  • Generación de Partículas Uniformes: La atomización en frío produce partículas con tamaños y distribuciones precisas, lo que es crucial para aplicaciones que requieren una alta uniformidad.
  • Versatilidad en Aplicaciones: Este proceso es aplicable a una amplia gama de productos.
  • Estabilidad Mejorada: Los productos atomizados en frío tienden a tener una mayor estabilidad, lo que prolonga su vida útil y eficacia en aplicaciones finales.

Aplicaciones

  • Cosmética: Creación de polvos finos para productos como maquillaje y cuidados de la piel.
  • Química Fina: Generación de partículas para reacciones controladas y productos de alta pureza.
  • Alimentos y Bebidas: Encapsulación de sabores, colorantes y otros aditivos sensibles.